Movilizaciones Pasivas y manejo del estres



Movilizaciones pasivas

Son aquellas movilizaciones en las que el paciente no moviliza de forma voluntaria el segmento afectado. Por ejemplo, si la lesión es el el hombro, no moviliza activamente el hombro, sino que es el fisioterapeuta el que le hace las movilizaciones, sin participación voluntaria del paciente.
existe el caso de las movilizaciones pasivas forzadas, donde existe una limitación (por ejemplo, después de haber estado escayolado, o de haber perdido elasticidad los tejidos) que es suceptible de mejorar gracias a movilizaciones que vayan más allá de la limitación, tratando de recuperar la movilidad normal

Movilizaciones activas

Se denomina activa porque el paciente realiza movimiento de forma voluntaria y entra en juego la movilización del segmento afectado con la necesaria contracción voluntaria de los músculos. Se distinguen varios tipos de movilización activa:

Cinesiterapia activa asistida: En los casos en los que el paciente pueda movilizar, pero no pueda completar todo el movimiento, porque le falte fuerza, porque le duela hacerlo sin ayuda... En ese caso el fisioterapeuta ayuda a completar el movimiento, para ir ganando fuerza y movilidad, procurando siempre que no aparezca dolor (o que aparezca el mínimo).

Cinesiterapia activa libre: El sujeto realiza el ejercicio por sí mismo, movilizando la articulación afectada, sin ayuda externa.

Cinesiterapia activa resistida: Es la progresión, donde el sujeto realiza el ejercicio mientras que el terapeuta aplica una resistencia en el sentido contrario para aumentar la solicitación de fibras musculares. La progresión sería pasar a utilizar pesos u otros elementos que ofrezcan resistencia al ejercicio (gomas elásticas...).


  Manejo del estres

Al sentirse estresado, usted puede recurrir a comportamientos poco saludables que lo ayuden a relajarse. Estos comportamientos pueden incluir:

Comer en exceso
Fumar cigarrillos
Beber alcohol y consumir drogas
Dormir demasiado o no dormir lo suficiente







Estos comportamientos pueden ayudarle a sentirse mejor en un principio, pero pueden hacerle más daño de lo que ayudan. En lugar de ellos, utilice los consejos que se presentan a continuación para encontrar maneras saludables de reducir el estrés.

Separe tiempo para la familia, la diversión, los amigos, etc.

 Practique la relajación.
 Haga planes y defina sus tiempos.
Realice ejercicio de manera programada.
Duerma lo suficiente (7 - 8 horas diarias).



Evite los potenciadores del estrés: Café, alcohol, exceso de azúcar, cigarrillos, drogas.  Coma de manera balanceada.

Todas estas técnicas combinadas pueden operar como un sistema de gestión del estrés para eliminar y mantener mente, cuerpo y espíritu saludables.  Diseñe su sistema, póngale metas, cronograma y estrategias y llévelo a la práctica.  Dese tiempo y evalúe sus resultados (seguimiento).


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